Soltes

Capítulo X: Soltes – El susurro silencioso del alma

Existe una palabra que no existía antes, pero que ahora es necesaria. Una palabra que describe un estado más allá del miedo, más allá de la búsqueda constante, más allá de las ilusiones sobre lo que realmente es la riqueza. Esa palabra es Soltes.

Soltes no es solo un concepto: es una experiencia interior. Un estado en el que el alma está en contacto con la luz, el silencio y la verdad.

En Soltes no hay lucha. No hay máscaras. No hay una persecución por la validación, el dinero o el éxito. Solo hay presencia. Un recordatorio de que ya eres completo, que la vida ya es abundante ahora mismo, y que no estás separado de la naturaleza, de los demás ni de tu propósito.

Soltes es como estar en un claro del bosque al amanecer, con los pies sobre el musgo, el corazón abierto y la mirada clara. Es ahí donde susurra la intuición. Es ahí donde vive la verdad – no como una respuesta que se aprende, sino como una profunda sensación interna.

En nuestra cultura hemos olvidado cómo escuchar al alma. Hemos construido sistemas que recompensan el rendimiento y la apariencia, pero rara vez la quietud y la voz del alma. Por eso necesitamos nuevos conceptos. Palabras que nos recuerden lo que, en el fondo, ya sabemos pero quizá hemos olvidado.

Soltes es uno de esos recordatorios.

✨ Ejercicio – Escuchar a Soltes:

1. Siéntate en silencio, preferiblemente en la naturaleza o con una vela encendida.

2. Cierra los ojos. Respira profundamente.

3. Pregúntate: ¿Qué es verdad en este momento? ¿Qué susurra mi alma?

4. Escucha. No con la cabeza, sino con el corazón.

5. Escribe lo que llegue – sin censura ni análisis.

Vivir en Soltes no significa alejarse del mundo. Significa regresar a casa dentro de uno mismo y, desde ahí, tomar decisiones sabias, incluso respecto al dinero y la economía. Cuando estás en Soltes, sabes cuándo recibir, cuándo dar, cuándo decir no y cuándo confiar en el flujo de la vida.

Este estado – esta presencia del alma – es la verdadera riqueza. Y quizás, solo quizás, ahí es donde el misterio del dinero comienza a disolverse.